segunda-feira, 31 de março de 2014

VENEZUELA BOLIVARIANA !


os esquálidos venezuelanos estão brincando com fogo...

Alto Comando Militar da Venezuela:
O diálogo, a tolerância e a paz devem ser as bandeiras dos venezuelanos

26 DE MARZO 2014 – 09H49

O Alto Comando Militar emitiu un comunicado nesta quarta-feira, 26, em que ratifica que a atividade da Força Armada Nacional Bolivariana está orientada para o bem-estar de todos os venezuelanos, estando por isto cimentada na disciplina, na obediencia e na subordinação à Constituição da República Bolivariana de Venezuela.

"Não estamos dispostos a aceitar que seja vulnerada nossa soberania nem retroceder no camino em direção às conquistas que se vêm alcançando em benefício de todos”, destaca o comunicado.

Em seguida o texto integral:

Comunicado do Alto Comando Militar da Força Armada Nacional Bolivariana

La cohesión de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, claridad sobre su misión y visión no se decretan ni es necesario expresarlas con palabras, pues la conducta asumida por nuestra institución ha sido demostrada en forma coherente desde el inicio de esta situación que se ha denominado golpe suave, que se ha venido enfatizando desde el 12 de febrero del 2014, derivando en daños a las instalaciones del Estado y hasta más grave aún ocasionando la muerte a nuestros connacionales.

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha estado presente protegiendo a Nuestro Pueblo, velando por la soberanía de nuestra Patria y respaldando al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana constitucionalmente electo.

Tal como lo señaló nuestro Comandante en Jefe, se presentó una situación con tres (03) oficiales generales, se procedió inmediatamente al ser detectados a tomar las acciones en el marco de nuestra normativa legal para que se aplique lo que en justicia corresponde, conforme a las instrucciones impartidas por el Comandante en Jefe Nicolás Maduro Moros. En tal sentido, se realizó la debida notificación a la Fiscalía Militar, la cual hace lo conducente en el ámbito de sus atribuciones, dejándolos privados de libertad.

Paralelamente a ello, con apego total a las disposiciones que nos rigen como militares en servicio activo, reafirmamos nuestra convicción en los pilares fundamentales en los que descansa la conducta y acción de cada hombre y mujer del pueblo uniformado: la disciplina, la obediencia, la subordinación y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual nos obliga a cumplir estrictamente lo prescrito en ella, las leyes y reglamentos militares, por lo que se constituirá un consejo de investigación, previsto en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, conformado por un cuerpo colegiado destinado a la calificación de las infracciones en que pudieran haber incurrido los oficiales generales, tal como lo tipifica el Reglamento de Castigo Disciplinario Nº 6.

Frente a estos hechos la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se mantiene monolítica, y en nada merman nuestra convicción democrática ni la moral de quienes a través de sus actuaciones han logrado consustanciarse con la realidad de nuestro Pueblo pues gracias a nuestro Comandante Supremo y Eterno Hugo Chávez logramos comprender que la Unión Cívico Militar nos hace más fuertes y sólidos, y que todos nuestros esfuerzos deben ser orientados a lograr el bienestar de todos los venezolanos, lo cual nos conforta pues dejamos de estar en la retaguardia, para estar en la vanguardia del desarrollo de nuestra patria.

Hoy más que nunca estos escollos reafirman nuestras convicciones, para indicarnos que estamos en el camino correcto. No estamos dispuestos a aceptar que sea vulnerada nuestra soberanía ni a retroceder en el camino hacia los logros que se han venido alcanzando en beneficio de todos.

No somos esa Fuerza Armada elitesca ni alejada de las realidades de nuestro pueblo. Hoy como nunca estamos convencidos, preparados y dispuestos a seguir con la moral en alto.

Siempre nos hemos crecido en la adversidad y creemos firmemente, ahora más que nunca, en la justicia de nuestro país, que se aplicará para cada uno de los victimarios, de esta violencia provocada por actores, quienes han planificado el enfrentamiento del pueblo contra el pueblo.

Seguimos trabajando y creemos que el diálogo, la tolerancia y la paz deben ser las banderas de todos los venezolanos y venezolanas, sin excepción alguna. Un país no se construye con violencia y resentimiento sino con justicia, cooperación y entendimiento.

Desde el Gobierno Nacional, desde nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, hacemos un llamado a cada mujer y hombre de esta tierra a reflexionar, a unirnos como uno solo, como hermanos, enlazados por nuestra historia, por nuestras raíces libertarias, por la idiosincrasia que nos caracteriza.

Aprovechamos la oportunidad en nombre de todo el Alto Mando Militar para enviar un saludo fraterno, patriota y revolucionario a los soldados y soldadas de la patria, a lo largo y ancho del país… Donde esté un soldado estará la fuerza que ilumina el sendero soberano de nuestra querida Venezuela. Seguimos defendiendo nuestra soberanía, luchando por nuestro preciado orden interno, participando activamente en el desarrollo nacional y especialmente obrando por la paz y el encuentro entre hermanos, porque el compromiso con el crecimiento de esta patria grande es la razón de ser del pueblo en uniforme.

¡QUE VIVA EL EJÉRCITO NACIONAL BOLIVARIANO!

¡QUÉ VIVA LA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA!

¡QUE VIVA LA AVIACIÓN MILITAR BOLIVARIANA!

¡QUE VIVA LA GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA!

¡QUÉ VIVA LA MILICIA NACIONAL BOLIVARIANA!

¡QUE VIVA LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA!

¡QUÉ VIVA LA UNIÓN CÍVICO MILITAR!

¡QUE VIVA VENEZUELA!

¡CHÁVEZ VIVE!

LA PATRIA SIGUE…

¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA!

¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

quinta-feira, 27 de março de 2014

5 HERÓIS


Comissão pede indulto para Cinco Cubanos condenados nos EUA por conspiração


Marcela Belchior
Adital

A Comissão Internacional de Investigação sobre o caso Cinco Cubanos solicita ao presidente dos Estados Unidos, Barack Obama, a concessão de indulto pleno aos acusados e a liberação imediata e incondicional das três pessoas que permanecem encarceradas em terras estadunidenses. As considerações foram publicadas em relatório preliminar que defende o cumprimento dos direitos humanos.
Os Cinco Cubanos foram condenados em Miami (EUA), no ano de 2001, por delitos relacionados à Segurança Nacional daquele país, dentre eles, conspiração para espionar o Estado. O governo cubano, no entanto, reconhece que Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y René González eram agentes da inteligência cubana, mas afirma que eles estavam espionando somente grupos terroristas de exilados cubanos, não o governo dos Estados Unidos. Além do crime de espionagem, Hernández foi condenado por conspiração para cometer homicídio.
Nesse contexto, a preocupação da Comissão tem sido averiguar se os acusados têm usufruído do benefício pleno de direito humano fundamental a julgamento justo, independente e imparcial. Segundo o relatório, todos os cinco cidadãos cubanos foram submetidos a reclusão solitária desde cerca de 17 meses antes do início do julgamento e nenhum deles têm obtido acesso suficiente aos documentos relacionados ao processo, determinantes para a construção adequada da defesa.
Outras graves lacunas no cumprimento dos direitos dos acusados versam sobre a insuficiência de comunicação entre eles e seus representantes legais e sobre a possibilidade de indução do caso à parcialidade, já que o processo foi conduzido na cidade de Miami, nos próprios Estados Unidos. Acrescenta-se a isso denúncias de que o governo estadunidense haveria financiado meios de comunicação para garantir uma publicidade negativa contra as cinco pessoas, tanto antes quanto após o julgamento.
A Comissão destaca ainda que algumas opiniões apontam que nenhum dos condenados pretendeu cometer atos de violência ou dirigir-se contra os EUA ou seu governo. Defende que a informação levantada por eles destinava-se a prevenir atos de violência de maneira privada e ações anti-cubanas, originadas dentro do território estadunidense, mas não de autoria do Estado daquele país. "A percepção dos Cinco Cubanos era que o Governo dos Estados Unidos não estava fazendo o suficiente para deter ações violentas anti-cubanas a partir do seu território”, explica.
Como argumento, o documento destaca que a adesão dos EUA à solicitação da Comissão, concedendo a remissão total da pena, poderá colaborar para a boa relação entre os dois países. "Demonstrando, assim, a adesão hoje do Presidente dos Estados Unidos da América e seu governo a normas universalmente aceitas de moral, equidade e justiça, o que contribuirá para a normalização das relações entre Estados Unidos e Cuba, representando um passo significativo em direção à justiça e à paz mundial”, avalia.
Campanha internacional
Os Cinco foram presos em Miami no dia 12 de setembro de 1998 e indiciados pelo governo dos EUA por 26 crimes. O julgamento, iniciado em novembro de 2000, durou sete meses. Em junho de 2001, o grupo foi condenado por todos os crimes pela corte em Miami. Já em dezembro do mesmo ano, cada um foi condenado a tempos variados de prisão: Hernández foi condenado a duas prisões perpétuas, Guerrero e Labañino foram condenados a prisão perpétua, Fernando Gonzáles foi condenado a 19 anos e René Gonzáles a 15 anos. Nos anos seguintes, uma série de apelações levou a novas sentenças para o caso.
Desde suas condenações, há uma campanha internacional para que os Cinco sejam libertos. Nos EUA, há o Comitê Nacional para Libertar os Cinco Cubanos, representado em 20 cidades daquele país e em outros 30 países. Em Cuba, eles são vistos como heróis nacionais e apontados como tendo sacrificado suas liberdades em defesa de seu país.

segunda-feira, 24 de março de 2014

GOLPISTAS ASSASSINOS

Ditadura: militar diz que arrancava dedos, dentes e vísceras de preso morto

Mário Magalhães 

Em um dos mais importantes e verossímeis depoimentos já prestados por agentes da ditadura (1964-85), o coronel reformado Paulo Malhães afirmou que ele e seus parceiros cortavam os dedos das mãos, arrancavam a arcada dentária e extirpavam as vísceras de presos políticos mortos sob tortura antes de jogar os corpos em rio onde jamais viriam a ser encontrados.

O relato histórico do oficial do Exército foi feito à Comissão Estadual da Verdade do Rio de Janeiro e revelado nesta sexta-feira pelo repórter Chico Otávio.

Malhães se referia a presos políticos assassinados na chamada Casa da Morte, um imóvel clandestino na região serrana fluminense onde servidores do Centro de Informações do Exército detinham, torturavam e matavam opositores da ditadura. De acordo com o coronel, os cadáveres eram ensacados junto com pedras. Dedos e dentes eram retirados para impedir a identificação, na eventualidade de os restos mortais serem encontrados. As vísceras, para o corpo não boiar.

Veterano da repressão mais truculenta do passado, Malhães figura em listas de torturadores elaboradas por presos. É ele quem assumiu ter desenterrado em 1973 a ossada do desaparecido político Rubens Paiva (post aqui).

Seu testemunho, sem vestígios de arrependimento, contrasta com o de aparente mitômano surgido em anos recentes. Malhães não é um semi-anônimo,mas personagem marcante para seus pares em orgãos repressivos e para presos políticos.

Dois trechos do seu depoimento à comissão, conforme reprodução de “O Globo” (a reportagem pode ser lida na íntegra clicando aqui):

1) “Jamais se enterra um cara que você matou. Se matar um cara, não enterro. Há outra solução para mandar ele embora. Se jogar no rio, por exemplo, corre. Como ali, saindo de Petrópolis, onde tem uma porção de pontes, perto de Itaipava. Não (jogar) com muita pedra. O peso (do saco) tem que ser proporcional ao peso do adversário, para que ele não afunde, nem suba. Por isso, não acredito que, em sã consciência, alguém ainda pense em achar um corpo.”

2) “É um estudo de anatomia. Todo mundo que mergulha na água, fica na água, quando morre tende a subir. Incha e enche de gás. Então, de qualquer maneira, você tem que abrir a barriga, quer queira, quer não. É o primeiro princípio. Depois, o resto, é mais fácil. Vai inteiro.”

Com a frieza de quem conta ter ido à padaria, Malhães afirmou, referindo-se ao local onde vive, a Baixada Fluminense: “Eu gosto de decapitar, mas é bandido aqui”.

domingo, 23 de março de 2014

VENEZUELA : MINORIAS INTENSAS



Por Felippe Ramos, no sítio Opera Mundi:

No último mês, desde o dia 12 de fevereiro, a Venezuela tem sido mais que um país; tem sido múltiplos países, dependendo do discurso elaborado a partir da inclinação e do objetivo político de cada narrador (atores políticos organizados, não organizados e imprensa). Em meio a um furacão de discursos, a dificuldade de entender o que acontece no país se apresentou tanto ao cidadão venezuelano com uma identidades política muito forte (chavista ou opositora) como ao estrangeiro que vem ao país para narrar somente uma parte da multiplicidade da realidade. Para os estrangeiros que nunca estiveram na Venezuela e que contam somente com o que é difundido pela imprensa, mais que incompreensão, o que abunda é uma imagem caricatural.

Ambos (o cidadão e o estrangeiro) me fazem lembrar do passarinho do conto do grande escritor Machado de Assis (talvez por causa da Feira Internacional do Livro da Venezuela, que acontece até o dia 23 de março em Caracas e que esse ano tem o Brasil como país homenageado). Nesse conto “Ideias do Canário”, o autor descreve o pensamento do pássaro que, vivendo em uma gaiola pendurada em uma loja de coisas antigas, pensa que o mundo é somente o que ele pode ver detrás das grades às quais seus movimentos estão limitados. A armadilha está no fato de que o passarinho acredita ser livre e, portanto, acredita que o que vê não é o horizonte limitado da sua gaiola, mas o universo completo - a própria realidade.

De fato, ao conversar com jovens de classe média que protestavam na Praça Altamira, em Caracas, o local mais simbólico do antichavismo radical desde o golpe contra Hugo Chávez em 2002, eu pude perceber que eles acreditavam de coração que quase toda a Venezuela está contra o governo, com exceção de alguns poucos que, supostamente, me diziam, ganhavam dinheiro do governo e, por isso, teriam interesse em que ele continuasse existindo. Ainda que sejamos generosos e ampliemos a simbólica praça até um quilômetro de seu raio, nesse quilômetro quadrado, situado na região mais nobre da capital, se encontravam os protestos opositores (às vezes haviam protestos em outras grandes cidades, principalmente no Estado de Táchira, na fronteira com a Colômbia). O jovem da Praça Altamira obviamente não estava sozinho. Contou com a ajuda da imprensa para reforçar a imagem equivocada ou limitada da sua realidade. Principalmente da imprensa internacional.

Por exemplo, os correspondentes brasileiros da TV Globo e do jornal Folha de São Paulo faziam suas reportagens, quase todos os dias, na Praça Altamira: falando das mortes causadas pelos protestos, mostravam gases lacrimogêneos, detenção de jovens e até de alguns repórteres, pneus queimando, rostos cobertos, gritos, repressão, desespero. Diziam que Caracas estava colapsada, que “o regime” censurava ilegalmente, que as multidões tinham transformado a Praça Altamira em uma espécie de Praça Tahrir [no Cairo] ou de Praça Maidan [em Kiev] da América Latina. Isto é, para esse discurso, o governo tinha poucos dias de existência. Sua queda, assim como aconteceu no Egito ou na Ucrânia, seria inevitável.

A força dessas narrativas do apocalipse é tão grande que eu mesmo quase fui contaminado por esse clima de terror. Houve dias nos quais ao me conectar ao Twitter, um certo pânico me dominava. Então, eu saia de casa. Mas não para andar por qualquer rua, mas pelas ruas bairros mais distantes da Praça Altamira (23 de Enero, Catia), das zonas comerciais mais populares (Chacaito, Sabana Grande, Praça Venezuela) e do centro da cidade (Praça Bolívar, El Silencio, El Calvario). Um tipo de região que, diferentemente da Praça Altamira e de suas zona de influência, envolve mais de dois terços da cidade de Caracas, em termos de espaço e de população. Com a exceção de uns três ou quatro dias mais tensos, depois da prisão do opositor radical Leopoldo López, líder do movimento La Salida, que buscava a queda imediata do presidente eleito Nicolás Maduro, a maior parte da cidade de Caracas tentava seguir suas atividades cotidianas de trabalho e comércio. É claro que havia uma forte presença de policiais e da Guarda Nacional, grafites contra o governo, lixo e resíduos usados em algumas barricadas na noite anterior. Alguns poucos dias houve panelaços, o ruído forte das panelas golpeadas por colheres nas janelas de edifícios em regiões opositoras.

Portanto, se a existência dos protestos, alguns dias de fortes protestos, era inegável, por outro lado, a existência da cidade que lutava para continuar sua normalidade também era inegável. Mas esse grande detalhe não era percebido pelo jovem de Altamira e muito menos pela imprensa internacional. Não lhes importava o fato de que, em Catia, região gigantesca e superpovoada da cidade, não haviam “guarimbas”, nome que se dá para as barricadas na Venezuela. Não lhes importava o fato de que a Praça Bolívar, no centro político da capital, e, como consequência, do país, havia crianças brincando tranquilamente. Enquanto a correspondente da Folha de São Paulo dizia em seu Twitter que o governo tinha censurado o Twitter, não lhe importava que eu, também do meu Twitter, em Caracas, lhe dizia que não era verdade, por mais que seja ridícula uma discussão no Twitter sobre a impossibilidade de usá-lo.

A imagem de um país em chamas foi, então, fabricada. E, claro havia chamas, principalmente em frente à gaiola do canário. Mas fora da loja de antiguidades todo um universo com outras realidades estava sendo ignorado. No carnaval, em fui testemunha do surrealismo de passar por uma manifestação da oposição, continuar em frente e chegar ao centro comercial de Saban Grande onde milhares de moradores com seus filhos vestidos de heróis brincavam protegidos por um grande número de policiais. Para a imprensa e para o jovem de Altamira, só existia a manifestação. O menino, sua mãe e o carnaval não existiam. Um governo não cai se, enquanto há uma manifestação opositora, a duzentos metros há uma parte do povo — e uma grande parte do povo — que segue sua vida normalmente e que, se obviamente está descontente com os fortes problemas da conjuntura econômica, segue pensando que é melhor manter o governo que existe para não pagar o preço de uma mudança de governo que não sabem como seria e no que resultaria.

O cientista político Robert Dahl criou o conceito de minoria intensa para explicar um setor da sociedade quantitativamente minoritário, mas coeso, com uma liderança e um programa. Na Venezuela, há uma minoria intensa de opositores radicais, impacientes porque vivem há 15 anos sob um governo que odeiam e porque sabem que não têm a capacidade de ganhar pela via eleitoral em um curto prazo. A derrota para Nicolás Maduro por 1% nas eleições de abril de 2013 foi um duro golpe na esperança que essa oposição tinha de aproveitar a morte de Hugo Chávez para acabar com o chavismo. Portanto, essa parcela da oposição mais desesperada está disposta a fazer grandes sacrifícios, talvez até arriscando a ordem democrática e constitucional, ainda que o neguem, para conseguir superar o chavismo.

Esse setor, composto por [opositores que vão] desde jovens estudantes da classe média até idosos conservadores tradicionais, reconhece em Leopoldo López e na deputada Maria Corina Machada seus líderes. Um sinal de que se trata de uma minoria é que a deputada Maria Corina, ainda que tenha sido a deputada mais votada da oposição nas eleições de 2010, obteve somente 3,7% dos votos nas prévias da coalização opositora quando buscava, em 2012, ser candidata à presidência da República. Leopoldo López, depois de ter sido prefeito de uma parte da cidade de Caracas, não tem agora nenhum mandato eletivo e é somente líder do seu próprio partido político. Juntos, os dois foram os líderes mais visíveis dos protestos que ocorreram no país. No domingo, 16 de março, Maria Corina convocou seus seguidores a marchar contra “os cubanos”, afirmando existir interferência da ilha caribenha na Venezuela. Ao contrário do movimento latino-americano contemporâneo, de ajuda Cuba a sair do isolamento imposto por décadas de embargo norte-americanos e pela hegemonia neoliberal na região nos anos 90, essa parte de oposição venezuelana apresenta um forte sentimento anti-Cuba.

Esse sectarismo reacionário incomoda outros setores da ampla coalização de oposição, como os empresários, que aceitaram o convite do presidente Nicolás Maduro ao diálogo. Lorenzo Mendoza, presidente das empresas Polar, a mais importante do país, e Jorge Roig, presidente da Fedecámaras, a câmara venezuelana de comércio, organização que foi ator fundamental no golpe de 2002, pediram, no Palácio Presidencial de Miraflores, que o governo esqueça do passado e construa junto aos empresários o futuro. Do lado político, Henrique Capriles, candidato derrotado por ampla vantagem por Hugo Chávez em 2012 e por pouco por Nicolás Maduro em 2013, sabe que a sua própria existência política e a superação do chavismo dependem do isolamento dos setores mais reacionários da oposição. Por meio de sua conta no Twitter, disse que é necessário se aproximar das massas mais pobres da sociedade e que não é suficiente fazer barricadas nas zonas mais ricas. Ele quer falar não somente para os ouvidos antichavistas, mas para o eleitorado mais amplo, que inclusive votou no presidente Hugo Chávez.

Fica claro, portanto, que o fato de 49,12% dos venezuelanos terem votado em Capriles nas eleições presidenciais de abril de 2013 não significa que todos eles defendam que o governo deve ser retirado por um golpe aventureiro qualquer. Muito pelo contrário, a oposição radical só responde pela minoria absoluta dentro da própria coalização e do eleitorado opositor. Por outro lado, em todas as eleições nacionais desde a chegada de Hugo Chávez ao poder em 1999, o chavismo conseguiu mais que os 50% +1 dos votos necessários para exercer o governo com legitimidade. Como comparação, é necessário lembrar que, devido ao sistema colegiado e indireto nos Estados Unidos, foi possível que o presidente republicado George W. Bush ganhasse as eleições de 2000 com menos votos que o candidato democrata Al Gore. Como isso estava previsto na ordem constitucional norte-americana, ninguém falou de falta de legitimidade. A controvérsia que houve foi por causa de denúncias de fraude eleitoral no Estado, a Flórida, que garantiu a vitória republicana.

Parte das dificuldade políticas do chavismo se encontra, nesse sentido, na falta de hegemonia simbólica: o que as minorias intensas conseguiram é justamente a redução da legitimidade política do chavismo, por meio da construção de um discurso, aceito internacionalmente, que desenha o governo venezuelano como uma espécie de “ditadura”, ainda que esse movimento político tenha ganho quase vinte processos eleitorais com a presença de observadores internacionais. Essa parte da oposição acredita que o voto não é suficiente para que se afirme a existência de uma democracia (com o que estou de acordo, mas por razões muito diferentes das que eles apresentam). Fala, desse modo, da existência de um “regime autoritário” que reprimiu a oposição e os protestos que tomaram algumas partes da capital e de outras cidades.

Entretanto, se o voto não é suficiente para a existência da democracia, tampouco a repressão a protestos é suficiente para qualificar uma forma de governo de “regime autoritário”. Lembro-me de que, quando eu morava nos Estados Unidos como professor visitante em 2011, o governo norte-americano teve de enfrentar os protestos do Occupy Wall Street. Em uma ocasião, enquanto os manifestantes marchavam pela ponte do Brooklyn, a polícia fechou os dois acessos e prendeu 700 pessoas de uma só vez, incluindo um jornalista do The New York Times. Nos distúrbios na Inglaterra, que eu também tive a oportunidade de testemunhar em 2011, foram registrados muitos casos de brutalidade policial, principalmente contra negros e imigrantes. Na França, onde é comum haver protestos com queima de carros, a polícia também costuma reagir fortemente. Poderíamos ainda falar da brutalidade policial nos protestos do 15M da Espanha, dos desempregados na Grécia e das conhecidas brutalidades da polícia militar no Brasil e dos carabineiros do Chile, para ficarmos com alguns poucos exemplos. Em nenhum desses casos, todos lamentáveis, a imprensa internacional falou de “regimes autoritários”. Em geral, a imprensa costuma usar, inclusive, os dados oficiais de mortos, feridos e detidos fornecidos pela própria polícia. Na Venezuela, preferem fontes “alternativas”, como ONGs ou redes sociais.

As características muito particulares do bolivarianismo chavista, com forte presença das Forças Armadas, dificultaram a geração de apoio ao movimento, inclusive dentro da própria esquerda. O apoio é muito mais tático e formal do que estratégico ou ideológico. Nos países da América Latina que saíram de ditaduras militares, é muito difícil para a esquerda compreender e apoiar um governo de esquerda com traços militaristas. As novas objeções que surgem dos movimentos juvenis e do mundo virtual da internet, que geralmente assumem características mais à esquerda, na Venezuela são radicalmente antichavistas, como o grupo Anonymous. Os intelectuais com alguma identificação com as ideias de esquerda, alguns que inclusive apoiaram o chavismo durante anos, também se afastaram das propostas chavistas que vão além de uma democracia liberal-representativa com participação social. De fato, o chavismo defende, em seu programa de governo, a substituição dessa democracia por outra, chamada de “democracia direta e protagônica”, em um, ainda não muito claro, Estado comunal. Do ponto de vista dos atores com capacidade de formação de discursos hegemônicos, o chavismo ficou sozinho não somente na direita, mas também na esquerda.

Dessa maneira, fica fácil para a imprensa internacional criar o estereotipo à distância, desenhando narrativas falsas ou parciais, porque ninguém fará o esforço de verificar a verdade. Muito pelo contrário: o público, em geral mais conservador, já espera ansioso o tipo de notícia que verá sobre o país e que fortalecerá seus próprios preconceitos: “regime”, “censura” etc. Pode-se incluir aí, ainda, o problema dos testemunhos, considerados no Direito Penal a prostituta das provas, com os quais os meios de comunicação enchem suas páginas de narrativas subjetivas de pessoas comuns com o objetivo de agregar valor à verdade. Obviamente seria possível buscar testemunhos favoráveis ao chavismo (lembremos que 51% dos eleitores votaram em Maduro), mas esses não aparecem nos papéis dos jornais ou nas telas do canais de televisão.

De qualquer maneira, o governo conseguiu sobreviver aos mais recentes desafios políticos e negociou não apenas com setores privados, mas também com o próprio líder político, agora moderado, Henrique Capriles. Ainda assim, levou a cabo uma tática de guerra de posição usando como recurso também a repressão específica de algumas formas de protestos mais violentos (com o uso de barricadas com arames farpados, garrafas com gasolina etc), principalmente com o objetivo de evitar que a Praça Altamira pudesse se transformar em território fora do controle governamental e para impedir a perda de controle na região que faz fronteira com a Colômbia. Agora o governo parece estar no dia seguinte da planificação. Com estabilidade política em processo de restabelecimento, neutralizando os líderes radicais da oposição que defendem saídas inconstitucionais e talvez reconhecendo a legitimidade da oposição que segue o caminho da legalidade vigente, o governo poderá se ocupar das questões econômicas, que continuam sendo o motivo de preocupação e insatisfação não apenas de seus opositores, mas também de seus simpatizantes. Inflação e escassez afetam sobretudo as classes assalariadas e as que vivem na informalidade. Já é hora de ir além do mundo do passarinho.

* Felippe Ramos é sociólogo, diretor do Instituto Surear para a Promoção da Integração Latino-americana e pesquisador do Ipea (Instituto de Investigação Econômica Aplicada). Foi professor do departamento de Sociologia da UFBA (Universidade Federal da Bahia) e professor-visitante do Central Arizona College, em Coolidge, Arizona (EUA), como bolsista da FulbrightAssociation. Sua área de pesquisa atual é a integração regional na América Latina e os problemas da democracia e do desenvolvimento brasileiro e latino-americano. Vive em Caracas, na Venezuela, onde desenvolve pesquisas sobre a cooperação bilateral Brasil-Venezuela.

GOLPE EM BOGOTÁ

Ex-guerrilheiro, prefeito destituído de Bogotá pressiona por retomada do cargo


Adital
No momento de transição oficial entre o prefeito destituído Gustavo Petro e o prefeito interino Rafael Pardo, o ex-guerrilheiro Petro anuncia que viajará a Havana, capital de Cuba, para dialogar com as Forças Armadas Revolucionárias da Colômbia (Farc). A pretensão seria tentar articular uma nova Assembleia Constituinte no país com vistas a retomar o cargo de prefeito de Bogotá.
Desde que fora destituído do cargo, em 09 de dezembro de 2013, Petro interpreta que houve um "golpe de Estado” na Colômbia. A ordem para sua destituição partiu do procurador geral do país, Alejandro Ordóñez, que apontou, na ocasião, "três faltas graves” e irregularidades no projeto de recolhimento de lixo apresentado pelo prefeito da capital como justificativa, tornando-o inabilitado por 15 anos para exercer o cargo.
Prefeito interino é desarticulador do grupo guerrilheiro do Petro
O economista Gustavo Petro é considerado um dos políticos de esquerda mais proeminentes da Colômbia. Em sua juventude, o prefeito destituído militou no Movimento 19 de abril (M-19), grupo guerrilheiro que deixou o movimento armado e se incorporou à vida político-partidária. O M-19 foi desmobilizado no chamado processo de paz promovido pelo governo de Virgílio Barco (1986-1990).
O líder desse processo de desarticulação do movimento é justamente o prefeito que assumiu o governo de Bogotá, Rafael Pardo, que, até então, atuava como ministro do Trabalho e já foi secretário de Integração Popular e diretor do Plano Nacional de Reabilitação (PNR), durante governo de Barco.
"Transição traumática”
Soma-se a isso a decisão de todos os secretários da gestão de Petro de deixarem o cargo em 1º de abril e uma onda de protestos na capital pelo mau serviço público nos transportes e na limpeza urbana. Nas últimas semanas, uma série de manifestações tem marcado as ruas da capital da Colômbia. A população reclama de frequentes problemas no sistema de transportes de Bogotá.
Além disso, os bogotanos reivindicam medidas de controle para a insegurança da capital e falhas no sistema de manutenção da limpeza urbana do Bogotá. Os cidadãos apontam o momento como uma "transição traumática” na conjuntura política da capital.
Histórico
Nos últimos seis anos, a capital teve três mandatários: o economista e advogado Samuel Moreno, inabilitado por três meses enquanto exercia o cargo; a economista e primeira mulher a dirigir um partido político na Colômbia, Clara López, que havia substituído Moreno, e, agora, Gustavo Petro. Razões políticas são apontadas para a postura de Alejandro Ordóñez, que já havia desabilitado outros funcionários públicos da Colômbia, como a ex-senadora Piedad Córdoba (por 18 anos) e o representante de Bogotá na Câmara, Germán Olano (por 12 anos).
Apoio popular
Em janeiro deste ano, milhares de bogotanos marcharam nas ruas da capital da Colômbia em apoio ao ex-prefeito Gustavo Petro. O ato foi construído nas redes sociais na Internet, envolvendo milhares de pessoas. Na ocasião, ele mesmo chegou a convidar a população a comparecer ao movimento, através de sua conta no Twitter: "Levanta tua mão serena, digna e orgulhosamente grita NÃO PASSARÃO”, escreveu Petro.

Nesta quarta-feira, 19 de março, o presidente da Colômbia, Juan Manuel Santos, desqualificou as medidas cautelares expedidas pela Comissão Interamericana de Direitos Humanos (CIDH), que havia solicitado ao governo os documentos do caso para verificar como se deu o processo, orientando pela restituição de Petro ao cargo.
Para o prefeito destituído, a Justiça que protege os povos da América Latina foi agredida pelo presidente Santos, demonstrando "que não está capacitado para adiantar o processo de paz no país”. "Como vai ser capaz de dizer que reconhecerá as garantias civis dos que agora estão nessa mesa de paz, sendo que não pôde reconhecer as medidas cautelares daquele que ganhou pelo voto popular a Prefeitura de Bogotá?”, indaga.
O caso pode ter impactado negativamente na capital cubana, onde o governo colombiano e as FARC negociam acordo que ponha fim ao conflito armado de meio século no país. As Farc qualificaram o caso como "um grave golpe contra o processo”. "É uma mostra das garantias da democracia colombiana às quais nos convidam a nos vincular”, disse, com ironia, um dos negociadores da guerrilha.

quinta-feira, 20 de março de 2014

A REVOLUÇÃO QUE NÃO SAI NO JORNAL

A revolução que não sai no jornal

Por Saul Leblon, no sítio Carta Maior:


Que uma feira de livros inaugurada em Caracas, na semana passada, tenha atraído tanto ou mais público que um protesto contra Cuba marcado para o mesmo dia, pode soar estranho ao discernimento de quem se informa apenas pela mídia conservadora.

Mas foi exatamente o que sucedeu na última sexta-feira, como relata o economista Pedro Silva Barros, que passa a colaborar com Carta Maior diretamente da capital venezuelana.

Seu oportuno texto de estreia informa não apenas que - pasmem - existem venezuelanos mais interessados em literatura do que em rejeitar a parceria cubana nas áreas da saúde, educação etc.

O inusitado, quando se toma a emissão conservadora como norma, é mais amplo e profundo.

Pedro Silva Barros relata a existência de uma verdadeira revolução silenciosa nos bastidores da suposta conflagração irreversível da sociedade venezuelana, sugerida pelos despachos que o ‘jornalismo isento’ envia ao Brasil.

Erradicado o analfabetismo em 2005, feito atestado pela Unesco e graças à estreita cooperação entre Havana e Caracas, o governo venezuelano cuida de baratear o acesso à literatura, expandindo uma rede de livrarias públicas e semeando editoras pelo país.

Uma delas, informa Pedro Barros, a Editorial El Perro y la Rana, já reúne um catálogo de mais de 4.300 títulos.

A malha de livrarias públicas - Librerías del Sur, inclui lojas em todos os estados. A venda de livros subsidiados em locais de grande circulação pública, como estações do metrô, tornou-se trivial.

Não há notícia de ‘dirigismo autoritário’ na política editorial. A menos que se inclua nessa pauta conservador a distribuição gratuita de um milhão de exemplares de Don Quixote de La Mancha, obra-prima da literatura mundial, cujo quarto centenário foi festejado assim pelo então Presidente Chávez.

Essa revolução se entrelaça a outra, a do acesso à educação superior na Venezuela: o país tem cerca de 28 milhões de habitantes e dois milhões de universitários (o Brasil tem sete milhões para uma população de 190 milhões).

Nada disso diminui nem desmente a existência de uma polarização política nesse momento, extremada pela radicalização de uma parte da oposição venezuelana, e que já fez 29 vítimas fatais dos dois lados.

O que esses relatos ajudam a entender é por que um governo que teria contra si uma sociedade integralmente dilacerada, como ensina o martelete conservador, não caiu até agora .

A dificuldade de se obter maior transparência no noticiário relacionado aos conflitos e disputas vividos naquele país - razão do novo nome incorporado à equipe de colaboradores de Carta Maior - fala diretamente ao momento brasileiro.

Não se trata de equiparar a radicalidade , nem os desafios contidos na agenda venezuelana.

Trata-se de chamar a atenção para o decisivo papel da informação plural quando do que mais se necessita é dotar a agenda do desenvolvimento de um razoável grau de coerência, que permita concentrar energias em processos e prioridades de interesse da maioria da população.

Essa é uma das mais delicadas operações da democracia: assegurar que o embate político gere a força, a legitimidade e o consentimento necessários à aglutinação das grandes maiorias requeridas às transições de ciclo histórico.

O oposto disso é o golpe. A crispação neoudenista. O comportamento vergonhoso de uma mídia que, à falta de cardápios defensáveis dedica-se a denunciar supostos privilégios no do ex-ministro José Dirceu.

Escandaliza-a a hipótese de que o ex-ministro possa, digamos, ter devorado um Big Mac na Papuda, mas não a sua retenção ilegal em regime fechado, depois do direito assegurado ao semiaberto.

Qual o passo seguinte dessa espiral da exasperação?

Aquilo que o conservadorismo brasileiro não hesitou em acionar há 50 anos.

Quando se viu na iminência de ceder espaço à hegemonia em formação em torno das reformas de base propostas por Jango, (como ficou documentado em pesquisas do Ibope, só recentemente divulgadas), golpeou a democracia a propósito de defendê-la.

É impossível exagerar a importância da mídia no processo de desenvolvimento de uma sociedade.

De qualquer sociedade. Mas sobretudo daquelas que, a exemplo da Venezuela, Brasil, Argentina, entre outras, vivem nesse momento a inflamável confluência de uma dupla travessia.

Ela inclui reformar o motor de desenvolvimento em meio à habitual escassez de recursos, agravada pela reordenação da economia mundial .

O conjunto estreita adicionalmente a margem de manobra do Estado para gerir as dilacerantes contradições do capitalismo na América Latina.

A alternativa ao golpismo é a repactuação política da agenda do desenvolvimento.

Seu requisito básico é facultar à sociedade o acesso a dados e análises que lhe permitam assumir o comando do seu destino.

Se nem o florescimento editorial na Venezuela é informado por aqui, o que esperar das questões mais agudas - e as graúdas - que envolvem as escolhas do desenvolvimento brasileiro?

segunda-feira, 17 de março de 2014

CHILE

Chile, as três filhas e seus três pais

Na posse presidencial, o sorriso luminoso de Isabel, filha de seu pai, Salvador Allende, e de Michelle, filha de seu pai, Alberto Bachelet, alumbrou tudo.

Eric Nepomuceno - Carta Maior

Na política, como na vida, muitas vezes as coincidências e os simbolismos ajudam a restabelecer a verdade, a resgatar o passado, a reivindicar a memória. Fazem justiça e mostram que os que acreditam que a realidade é muito mais rica, diversificada e surpreendente que a mais delirante das imaginações têm razão. É o que acaba de acontecer no Chile.

Primeiro, a filha de um militar – um brigadeiro – torturado e morto se reelege presidente. Sua frustrada adversária é filha de outro militar – outro brigadeiro – que comandava a unidade onde seu colega de armas e amigo da vida inteira foi assassinado.
    
Segundo: terminada a votação democrática, onde a nova mandatária teve 62% dos votos, chega a hora de receber a faixa presidencial em cerimônia solene. E a vencedora a recebe das mãos de outra mulher, a presidente do Senado, filha, por sua vez, do homem que sonhou com chegar ao socialismo pela via democrática e pacifica e preferiu se imolar antes de entregar o poder aos abjetos e indignos golpistas.

As três são filhas, as três têm pais, e têm nome e sobrenome: Michelle e Alberto Bachelet, Evelyn e Fernando Matthei, Isabel e Salvador Allende.

A primeira vai presidir o Chile pelos próximos quatro anos. A terceira presidirá o Senado. Aliás, e a propósito, Isabel Allende (favor não confundir com a escritora) é a primeira mulher a presidir o Senado chileno em seus pouco mais de dois séculos de existência.  E seu primeiro ato oficial foi justamente dar investidura presidencial a Michelle, filha de Alberto Bachelet, militar legalista, fiel a Salvador Allende – e que por isso foi preso, torturado e assim morreu.

Resta à terceira mulher dessa história, a terceira filha, tentar não naufragar, com seu ressentimento à tiracolo, nas águas plácidas onde jazem os esquecidos, os desimportantes.
    
No auge da cerimônia da posse presidencial, Isabel Allende perguntou a Michelle Bachelet: “Senhora presidenta eleita, jura desempenhar fielmente o cargo de presidente da República?”.  A resposta veio num jato: “Prometo”. Não deixa de ser significativo, num país tão católico, prometer em vez de jurar. Não deixa de ser significativo, em qualquer país do mundo, deixar claro que prometer – empenhar a palavra – é mais do que jurar.

A segunda presidência de Michelle, a filha de Alberto Bachelet, começa com uma ampla lista de problemas e desafios. Para começar, o Chile é um país com crescimento robusto (a média dos quatro anos do direitista Sebastián Piñera foi de 5,5% anuais), mas também é uma das nações de maior desigualdade social num continente especialmente desigual. Há que ver até que punto Michelle conseguirá corrigir distorções como esta.

Além disso, o panorama econômico insinua tempos turbulentos: Piñera deixa como legado poucos recursos em caixa, uma moeda desvalorizada, uma inflação cujo nível de pressão ainda é tolerável mas que poderá entrar em espiral se o preço do cobre nos mercados internacionais continuar baixando. Ao mesmo tempo, deixa um país onde são necessários urgentes investimentos públicos em vários segmentos, a começar pela educação e em energia (o Chile, embora tenha abundantes recursos hídricos, tem sua geração de energia baseada essencialmente em carvão e petróleo).

Michelle Bachelet encontra várias reformas à espera de atenção emergencial – a reforma educacional, a tributária, e muito especialmente a reforma constitucional.

A atual Constituição chilena é de 1980. Foi herdada de Pinochet. E como se esse estigma fosse pouco, ou talvez justamente por isso, contém lacunas profundas e aberrações absurdas. As titubeantes tentativas de Piñera para impor tênues reformas tropeçaram no veto dos mais radicais de seu próprio espectro político e ideológico.

Todos os desafios conhecidos e anunciados, e todos os que irão aparecendo em cascata, terão como ponto de partida o trabalho dessas duas filhas, Michelle e Isabel, de seus dois pais, Alberto e Salvador. Pela primeira vez na história chilena as presidências da Nação e do Senado são ocupadas por duas mulheres – socialistas as duas, com um passado trágico as duas, vítimas, as duas, da mais cruel e perversa ditadura que assolou o Chile.

E mais: de uma ditadura da qual sobrevivem pesados resquícios, tanto na política quanto na sociedade. Porque o pinochetismo sobrevive ao seu abjeto criador, e está espalhado por aí. Também esse é um dos desafios que Michelle Bachelet irá enfrentar.

País que cultiva com rigor os rituais mais solenes, o Chile impõe um protocolo severo às cerimônias. No caso da posse de um presidente, então, mais e mais. A não ser pelo juramento do novo mandatário, tomado pelo presidente do Senado, não há discursos, não se diz nada mais que as rígidas palavras previstas pelo cerimonial.

Agora, não foi necessário dizer nada. O sorriso luminoso de Isabel, filha de seu pai, Salvador Allende, e de Michelle, filha de seu pai, Alberto Bachelet, alumbrou tudo. O silêncio de Evelyn, filha de seu pai, Fernando Matthei, foi de uma eloqüência magistral e esclarecedora.

Foi como uma espécie de resgate, uma correção da história para voltar ao seu leito, como uma suave, doce vingança da democracia. E assim estiveram presentes, nesse ato singular, Salvador e Alberto, ao lado de suas filhas Isabel e Michelle. E, com eles, todos os mortos e desaparecidos e todas as vítimas da longa, horrenda noite que se abateu sobre o Chile, e que de alguns anos para cá vem, pouco a pouco, se desfazendo no amanhecer, nas manhãs renovadas.

Falta muito, com certeza. É preciso debater questões que vão do aborto ao matrimônio entre pessoas do mesmo sexo, há que se discutir a política externa e o lugar em que o país se situará no mapa geopolítico do continente, é preciso ver como fazer com que a educação pública que soube ser exemplo para os vizinhos recupere seu nível de qualidade, é preciso repensar a previdência social sucateada, a saúde pública abandonada.

Falta muito, mas os dias são feitos de amanheceres. Que a história continue a se escrever a si mesma, de coincidência em coincidência, de simbolismo em simbolismo. Para honrar a memória dos dois pais dessas duas filhas. Do terceiro pai, o da terceira filha, o lodo do justo esquecimento se encarregará.

REFLEXÕES SOBRE UM GOLPE


Reflexões sobre um golpe em nossa história

Não podemos voltar no tempo e apagar o erro de 50 anos atrás. Mas podemos evitar que ele se repita. A defesa do regime democrático deve estar em primeiro lugar na lista das prioridades nacionais

Mauro Santayana - Rede Brasil Atual

A arquitetura das pirâmides e os guerreiros de terracota do primeiro imperador da China são evidências de que, desde a antiguidade, a ideia de vencer a morte – e se deslocar no tempo – sempre fascinou o espírito humano. Seria ótimo se pudéssemos – como descrito no livro The Time Machine, de H.G. Wells (de 1895) – também voltar ao passado e corrigir nossos erros, para garantir uma vida melhor no presente ou no mais remoto futuro. A ciência moderna tem desmentido essa possibilidade. Há, no entanto, outras maneiras de estabelecer pontes entre antes e agora, sem o recurso a outras dimensões, como hipotéticos “buracos de minhoca” ou “dobras” no espaço-tempo einsteiniano.

A História, por exemplo, mescla, com naturalidade e ironia, o passado e o presente, e, bruxa ou fada, surpreende e enfeitiça, burlando-se dos sonhos, esperanças, desventuras, dos indivíduos, povos e nações, que participam da caminhada desta nossa pobre espécie em sua ingente jornada para o futuro.

Completam-se, neste mês, os primeiros 50 anos do golpe militar de 1964. Pela forma como foi engendrado e deflagrado, com a participação de uma potência estrangeira – a cada dia crescem as provas e evidências do envolvimento norte-americano –, o golpe já deveria, há muito, ter sido condenado. Pelos abusos cometidos desde o primeiro momento, e que se multiplicaram depois com o fortalecimento do radicalismo antidemocrático e da repressão mais sanguinária, era para se tratar de um episódio já execrado pela sociedade brasileira.

A geração que levou o povo às ruas nas memoráveis campanhas das Diretas Já e na eleição de Tancredo Neves para a Presidência da República não soube, no entanto, se dedicar como deveria a manter viva, no coração do povo, a chama da liberdade e da democracia. A aliança que possibilitou a redemocratização se esfacelou com o tempo. Muitos movimentos, sindicatos e partidos se enfraqueceram, ou foram cooptados ou absorvidos pelo sistema.

As sucessivas crises econômicas e o abandono da população à própria sorte do ponto de vista da cultura e da cidadania – inclusive por parte da mídia que havia participado da luta pela redemocratização – aprofundaram o processo de “breguização” do país e abriram as portas para o ressurgimento de um conservadorismo visceral, subjacente, que sempre viveu da ignorância e despolitização do povo brasileiro.

O voto, no Congresso e fora dele, tornou-se majoritariamente fisiológico. Passou a ganhar a eleição quem oferecesse mais à população, isolando-se, ou deixando-se para segundo plano, nas campanhas políticas, questões como o fortalecimento do país ou a defesa e a preservação do Estado de Direito.

O Brasil mudou sua política externa, houve avanços econômicos e sociais, ­como o combate à fome e à exclusão, e a incorporação de milhões de pessoas ao consumo. Mas com relação a questões como a forma de se enxergar o combate à violência, a criminalização da política e a descaracterização dos partidos – com a sua transformação em meras frentes de defesa de interesses – a sociedade brasileira, depois do retorno da democracia, evoluiu muito pouco.

Voltamos a 1964, com o aparecimento de dezenas de “institutos” de diferentes tipos – financiados com dinheiro estrangeiro – dedicados a defender o neoliberalismo e a colonização do país. E a combater o nacionalismo como algo anacrônico e estéril, em uma época que todas as evidências demonstram que os países mais bem-sucedidos são justamente os que não têm vergonha de defender claramente sua posição e interesses em um mundo cada vez mais competitivo.

Como há 50 anos, “forças ocultas”, que já não se importam em não parecer ocultas, querem pintar o Brasil como se estivéssemos à beira do abismo, para defender velhos e perigosos caminhos de salvamento da Pátria. “Analistas”, locais e estrangeiros, movem permanente campanha de desestabilização da economia, por meio da distorção dos fatos e da manipulação de dados, voltada para o enfraquecimento da imagem do país no exterior.

Pela internet desferem-se ataques à democracia e crescem as pregações golpistas, com a defesa do recurso à violência e à tortura, crescem no mesmo meio em que vicejava nos anos 1960. Como ocorria às vésperas de março de 1964, multiplicam-se publicações, “filósofos” e “comentaristas” que professam um anticomunismo esquizofrênico e patológico – já que claramente psicótico e desprovido de qualquer contato com a realidade –, como se estivéssemos em plena Guerra Fria, e se sustentam pela distorção da história e da verdade, como se vivêssemos em outro planeta, situado em hipotético universo paralelo.
Mistura-se o comunismo com o fascismo, quando foram as tropas soviéticas que destroçaram os nazistas na batalha de ­Berlim em 1945. Atribui-se qualquer suposto ataque ao conservadorismo ocidental a uma fantasia denominada “marxismo cultural”. Atacam-se as bases filosóficas da modernidade, para propor a volta a um obscurantismo tosco e medieval. Dessa fantástica doutrina, faz parte a defesa, na internet – como cláusula pétrea de uma Igreja agora governada por um papa que prega a conciliação – a excomunhão de pessoas por suas convicções políticas.

Grupelhos voltam a desfilar, na frente dos quartéis – como aconteceu em junho –, com as mesmas faixas e bandeiras usadas daqueles anos sombrios.

Esse meio século de triste história deveria representar um marco e uma oportunidade de reflexão sobre o Brasil que queremos e para onde estamos indo como sociedade. É preciso voltar a colocar a defesa do regime democrático em primeiro lugar na lista das prioridades nacionais.

Chegamos a um ponto em que até mesmo pessoas que lutaram pela volta do Estado de Direito, pressionadas pela maré conservadora, estão defendendo a adoção de leis “antiterroristas” no Brasil. “Terrorista” era o termo usado contra os que foram perseguidos pela ditadura. Seus rostos, que podiam ser vistos em cartazes infames que se espalhavam pelos bares e colunas das estações rodoviárias nos anos mais duros da repressão, eram encimados por esse termo, seguido do apelo à delação.

As mesmas fotos que ilustravam os cartazes de procurados são, às vezes, a única forma de lembrar os que foram torturados, assassinados ou desapareceram naquela época.

Hitlernautas e apresentadores de programas sensacionalistas propagam a aceitação normal do retorno desse conceito – “Guerra Contra o Terror” é a base da doutrina de segurança norte-americana e de seus sabujos pelo mundo.

Deixar de raciocinar com base em princípios e convicções políticas, para se deixar pautar pelo clamor fascista que estiver em voga, é o caminho mais curto para vir a justificar – dependendo do governo de turno – a impressão de novos cartazes como aqueles. Ou de acabar, eventualmente, aparecendo com o próprio rosto em um deles.

EL PAÍS - BASURA !

O "El País" e a revolução bolivariana

Por Salim Lamrani, no sítio Opera Mundi:

Desde o triunfo da Revolução Bolivariana na Venezuela, com a eleição do presidente Hugo Chávez em 1998 (que governou até 2013) e a vitória de seu sucessor Nicolás Maduro nas últimas eleições presidenciais de abril 2013, o El País, principal diário espanhol e líder de opinião, abandonou a imparcialidade no tratamento da realidade deste país. Pior ainda, o jornal espanhol deixou o jornalismo equilibrado e gradual em favor de uma crítica sistemática e unidirecional do poder democraticamente eleito de Caracas.

Uma democracia?
Em uma coluna de 9 de março de 2014, o El País expõe seu ponto de vista e declara que “a Venezuela já não é um país democrático” [1]. Pouco importa o fato de 19 consultas populares terem sido feitas desde de 1998 e de os chavistas terem ganho 18 desses escrutínios em eleições que todos os organismos internacionais, desde a OEA (Organização do Estados Americanos) até a União Europeia, passando pelo Centro Carter, qualificaram como transparentes. Mais ainda, o antigo presidente dos Estados Unidos, Jimmy Carter, qualifica o sistema eleitoral venezuelano de “o melhor do mundo” [2].

A liberdade de imprensa
O diário de Madri deplora uma “asfixia sistemática da liberdade de expressão”. Aí também a afirmação não resiste à análise. De acordo com o relatório do Ministério de Comunicação e Informação, de 2011, em 1998 existiam na Venezuela 587 rádios e televisões, das quais 92,5% eram privadas e 7,5% eram públicas. Atualmente há 938, das quais 70% são privadas, 25% comunitárias e 5% públicas. Pelo contrário, a Revolução Bolivariana multiplicou o número de meios televisivos e radiofônicos e o setor privado ainda domina a paisagem midiática. Longe de serem silenciados, os meios privados aumentaram 28,7% em 12 anos [3].

A Revolução Bolivariana é um fracasso?
Um ano depois da desaparição de Hugo Chávez, que faleceu de um câncer fulminante no dia 5 de março de 2013, o El País esboça um panorama muito obscuro da situação venezuelana por meio de seu correspondente... em Miami. “Chávez deixou uma oportunidade perdida, uma economia quebrada que hoje se sustenta por meio de endividamento e especulação”. O diário completa que “durante a última década de seu governo, a receita petroleira da Venezuela foi sete vezes maior que em 1998, quando assumiu o poder”. No entanto, “a inflação e o desabastecimento que o país sofreu ciclicamente durante a última década alcançaram picos alarmantes, especialmente entre os setores mais empobrecidos” [4].

Ao ler essa análise, conclui-se que a Revolução Bolivariana tem sido um fracasso. Mas, na verdade, o El País oculta a realidade factual. Primeiro, o diário de Madri omite que se o preço do petróleo quase se multiplicou por 10, foi antes de mais nada graças a Hugo Chávez, que conseguiu reativar uma OPEP moribunda, limitando a produção de petróleo e levando o preço do barril de 16 dólares em 1998 para mais de 100 dólares atualmente.

Depois, o diário fala da situação dos “setores mais empobrecidos” sem proporcionar nenhuma cifra e apresenta “a inflação e o desabastecimento” como consequências da política chavista. Na realidade, a inflação é característica da economia venezuelana há pelo menos 70 anos e as estatísticas disponíveis sobre a realidade social do país desmentem de maneira implacável o ponto de vista do El País.

A verdade é que, desde 1998, cerca de 1,5 milhão de venezuelanos aprenderam a ler a e escrever graças a uma campanha de alfabetização denominada Missão Robinson I. Em dezembro de 2005, a UNESCO decretou que o analfabetismo tinha sido erradicado da Venezuela. O número de crianças escolarizadas passou de 6 milhões em 1998 para 13 milhões em 2011 e o índice de escolaridade agora é de 93,2%. A Missão Robinson II foi lançada para fazer com que o conjunto da população alcançasse o ensino secundário. Assim, o índice de escolarização no ensino secundário passou de 53,6% no ano 2000 para 73,3% em 2011. As missões Ribas e Sucre permitiram que dezenas de milhares de jovens chegassem à universidade. Assim, o número de estudantes no país passou de 895 mil no ano 2000 para 2,3 milhões em 2011, com a criação de novas universidades [5].

Em relação à saúde, criou-se o Sistema Nacional Público para garantir o acesso gratuito ao atendimento médico para todos os venezuelanos. Entre 2005 e 2012 foram criados 7873 centros médicos na Venezuela. O número de médicos passou de 20 a cada 100 mil habitantes em 1999 para 80 a cada 100 mil habitantes em 2010, ou seja, um aumento de 300%. A missão Barrio Adentro I (Dentro do Bairro, em tradução livre) permitiu realizar 534 milhões de consultas médicas. Cerca de 17 milhões de pessoas puderam ser atendidas, sendo que em 1998 menos de 3 milhões de pessoas tinham acesso regular à assistência médica. Salvaram-se 1,7 milhão de vidas. A taxa de mortalidade infantil passou de 19,1 a cada mil em 1999 para 10 a cada mil em 2012, ou seja, uma redução de 49%. A expectativa de vida passou de 72,2 anos em 1999 para 74,3 anos em 2011. Graças à Operação Milagro (Milagre), lançada em 2004, 1,5 milhão de venezuelanos vítimas de catarata ou de outras enfermidades oculares recuperaram a visão [6].

De 1999 a 2011, a taxa de pobreza passou de 42,8% para 26,5%. A taxa de desnutrição infantil se reduziu em 40% desde 1999. E a taxa de pobreza extrema foi de 16,6% em 1999 para 7% em 2011. Cinco milhões de crianças recebem agora alimentação gratuita por meio do Programa de Alimentação Escolar. Eram 250 mil em 1999. A taxa de desnutrição passou de 21% em 1998 para menos de 3% em 2012. Segundo a FAO (Organização das Nações Unidas para Alimentação e Agricultura), a Venezuela é o país da América Latina mais avançado na erradicação da fome [7].

Na classificação do IDH (Índice de Desenvolvimento Humano) do PNUD (Programa das Nações Unidas para o Desenvolvimento), a Venezuela passou da colocação 83, no ano 2000 (0,656) para a 73 em 2011 (0,735) e entrou na categoria das nações que têm o IDH elevado. O coeficiente de GINI, que permite calcular a desigualdade em um país, passou de 0,46 em 1999 para 0,39 em 2011. Segundo o PNUD, a Venezuela ostenta o coeficiente de GINI mais baixo da América Latina, é o país da região onde há menos desigualdade [8].

Em 1999, 82% da população tinha acesso à água potável. Agora são 95%. Antes de 1999, apenas 387 mil idosos recebiam aposentadoria. Agora são 2,1 milhões. Durante a presidência de Chávez, os gastos sociais aumentaram 60,6%. Desde 1999, foram construídas 700 mil habitações na Venezuela. A taxa de desemprego passou de 15,2% em 1998 para 6,4% em 2012, com a criação de mais de 4 milhões de empregos [9].

Desde 1999, o governo entregou mais de um milhão de hectares de terras aos povos aborígenes do país. A reforma agrária permitiu a dezenas de milhares de agricultores serem donos de suas terras. No total, foram distribuídos mais de 3 milhões de hectares. Em 1999, a Venezuela produzia 51% dos alimentos que consumia. Em 2012, a produção é de 71%, e o consumo de alimentos aumentou 81% desde 1999. Se o consumo de 2012 fosse similar ao de 1999, a Venezuela produziria 140% dos alimentos consumidos nacionalmente.

Desde 1999, a taxa de calorias que consomem os venezuelanos aumentou 50% graças à Missão Alimentación (Alimentação), que criou uma cadeia de distribuição de 22 mil armazéns de alimentos (MERCAL, Casas de Alimentação, RED PDVAL), onde se subvencionam os produtos em até 30%. O consumo de carne aumentou 75%, desde 1999.

O salário mínimo passou de 100 bolívares (16 dólares) em 1998 para 2047, 52 bolívares (330 dólares) em 2012, ou seja, aumentou mais de 2000%. Trata-se de um dos salários mínimos mais altos da América Latina. Em 1999, 65% da população ativa ganhava salário mínimo. Em 2012, apenas 21,1% dos trabalhadores têm desse nível salarial. Os adultos de certa idade que nunca trabalharam dispõe de um salário de proteção equivalente a 60% do salário mínimo. As mulheres desprotegidas, assim como as pessoas descapacitadas, recebem uma ajuda equivalente a 80% do salário mínimo. O horário de trabalho se reduziu para 6 horas diárias e 36 horas semanais sem diminuição do salário. O PIB por habitante passou de 4.100 dólares em 1999 para 10,810 dólares em 2011 [10].

Longe da imagem apocalíptica apresentada pelo El País, a Revolução Bolivariana é um inegável êxito social. Asssim, de acordo com o relatório anual World Happiness, de 2012, a Venezuela é o segundo país mais feliz da América Latina, atrás apenas da Costa Rica, e o décimo nono mundialmente, à frente da Alemanha e da Espanha [11].

O caso do diário El País ilustra a incapacidade dos meios ocidentais — a maioria está nas mãos de conglomerados econômicos e financeiros – de representar de maneira imparcial e equilibrada a Revolução Bolivariana. Há uma razão para isso: o processo de transformação social iniciado em 1999 estremeceu a ordem e as estruturas estabelecidas, colocou em questão o poder dos dominantes e propõe uma alternativa social na qual — apesar de todos os defeitos, imperfeições e contradições que convém não minimizar — o poder do dinheiro não reina como dono e os recursos se destinam à maioria dos cidadãos e não a uma minoria.

* Salim Lamrani é Doutor em Estudos Ibéricos e Latino-americanos, Salim Lamrani é professor-titular da Universidade de la Reunión e jornalista, especialista nas relações entre Cuba e Estados Unidos. Seu último livro se chama Cuba. Les médias face au défi de l’impartialité, Paris, Editions Estrella, 2013, com prólogo de Eduardo Galeano.
Contato: lamranisalim@yahoo.fr
Página no Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel

quarta-feira, 12 de março de 2014

A VERDADE DA VENEZUELA

A realidade da crise venezuelana

Por Max Altman, na revista Teoria e Debate:
 
 
Passado um mês dos protestos insuflados e comandados por Leopoldo López e María Corina Machado, do partido de extrema direita Voluntad Popular, sob o lema “La Salida”, ou seja, a deposição do governo Maduro, como se apresenta o cenário venezuelano, não aquele estampado nos meios de comunicação internacionais, e sim o que mostra a realidade?

As ações se tornaram mais violentas e menos expressivas, resumindo-se praticamente à formação de guarimbas – obstáculos de entulhos, galhos de árvore, pneus etc. que impedem a livre circulação de pessoas e veículos – e estão localizadas em municípios de classe média alta, governados por prefeitos da oposição, em Caracas e em estados como Miranda, Táchira, Mérida, Carabobo, entre poucos outros. Não se registrou nenhum protesto com essa ou outra característica em bairros populares de Caracas ou em setores populares de municípios importantes país afora.

Circunscritas a setores radicais da classe alta, que se valem de reiterados atos de vandalismo contra pessoas e bens, as ações não conseguiram, sequer minimamente, alcançar setores populares, associações de trabalhadores da cidade e do campo, organizações sociais. Há duas semanas uma manifestação de operários petroleiros da PDVSA, que foram levar o contrato coletivo de trabalho ao Palácio Miraflores para o presidente Maduro também assinar, reuniu dezenas de milhares de trabalhadores, além de cerca de 30 mil populares.

Os setores radicais fascistas abandonaram a consigna “La Salida”, que visava derrubar o governo Maduro, e a eles resta acusar o governo de responsável pelas mortes, prisões e torturas. Capriles, embora ainda se movimente no sentido de preservar sua liderança na oposição, dissente abertamente de Leopoldo López e Corina Machado, mas acaba de ser vaiado por manifestantes em ato público convocado pela oposição. Deputados dos partidos que compõem a Mesa da Unidade se desligaram da coalizão, criticando-a por não comparecer à Conferência Nacional de Paz convocada por Maduro. A moção dos Estados Unidos de intervenção na Venezuela, apoiada pelo Canadá e apresentada pela mão peluda do Panamá ao pleno da OEA, sofreu histórica derrota por 29 a 3.

A unidade cívico-militar se mantém coesa e firme. Não se tem notícia de qualquer fissura nas forças armadas. O desfile militar de 5 de março em homenagem a Hugo Chávez no primeiro ano de sua morte, diante de dezenas de milhares de assistentes, foi marcado pelas palavras de seu comandante de fidelidade à Constituição, à Revolução Bolivariana, ao socialismo e ao legado de Chávez. De resto, o comandante estratégico operacional da Força Armada Nacional Bolivariana (FANB), general Vladimir Padrino, em comunicado oficial datado de 6 de março, ratificou que a instituição militar do país não se prestará para a barbárie, nem para golpes de Estado, nem para violentar a vontade popular. E que a FANB obedece a princípios e valores, respeitosa dos direitos humanos, e age nos estritos termos da Constituição da República Bolivariana da Venezuela.

Nesse mesmo comunicado repudiou as acusações de “repressiva” e “violenta” que lhe foram feitas por “setores da direita nacional e grupos vandálicos que semeiam o terror em alguns municípios” e insistiu: “Exijo respeito aos nossos soldados, empenhados em devolver ao povo sua tranquilidade, nosso mais apreciado tesouro como nação”. Por fim, observou: “A campanha mediática empreendida contra a FANB é uma batalha entre o bem e o mal, entre a verdade e a mentira, e os soldados bolivarianos vamos, junto a Deus, abrindo caminho de liberdade, independência e progresso para construir a pátria de Bolívar e Chávez. As ações violentas que cerceiam os direitos fundamentais da sociedade buscam que se rompa o fio constitucional e buscam desesperadamente um ponto de inflexão na FANB”. Em vão.

As ações de vandalismo e assassinatos ocorridos nas últimas semanas são de responsabilidade de pequenos grupos de oposição que, desrespeitando a vontade popular expressada nas urnas, apostam na violência para criar um ambiente de descontentamento na sociedade. Essa minoria, porém, terminou por deixar a totalidade da oposição numa posição muito grave por revelar o caráter violento da direita. O governo da Venezuela tem todo o direito de defender sua soberania e independência contra as ações perpetradas por grupos vandálicos que impedem os cidadãos de gozar de suas liberdades.

São assombrosas a desinformação, a distorção e as mentiras da grande imprensa em todo o mundo, que se presta a apresentar o ódio, o vandalismo e a morte como oposição a um governo e atribui os 21 óbitos ocorridos até o presente à repressão de militares e policiais. Quatro dessas mortes são de responsabilidade do Serviço Bolivariano de Inteligência, cujos agentes desrespeitaram ordens superiores, foram identificados e estão presos. Entre as demais vítimas, três motociclistas foram degolados por arame farpado estendido poste a poste pelos guarimberos quando transitavam em seus veículos; dois motoristas foram arremessados de carros que se chocaram com a guarimba; uma pessoa despencou de um mezanino; um trabalhador, irmão de um deputado do PSUV, foi fuzilado quando limpava uma guarimba; duas pessoas foram fuziladas por franco-atiradores postados no alto de edifícios; e por aí vai. Tudo isso ocorreu em bairros de classe média alta simpáticos à oposição. Como pode a mídia, fazendo eco ou não à oposição, atribuir essas mortes às forças do governo, quando o Ministério Público está examinando um a um os casos. Os poderes públicos agem em relação aos atos de violência na conformidade com a Constituição e as leis, exatamente como ocorre em outros países democráticos.

Além de a mídia internacional publicar fotos de repressão policial ocorrida em outros países como se tivesse sido na Venezuela, relato sucintamente até que ponto a mídia venezuelana, porta-voz da direita, se comporta.

A televisão acabava de transmitir outra notícia estarrecedora: havia sido assassinado com um tiro nas costas um sargento da Guarda Nacional que estava levantando os escombros da guarimba e liberando a via para que a comunidade pudesse ter vida normal. Isso ocorreu em Los Ruices, município de Chacao, no estado de Miranda, governado por Henrique Capriles. O primeiro que lançou uma versão falsa foi um jornalista do diário El Universal, Deivis Ramírez. Segundo ele, havia um grupo de motociclistas chavistas e a Guarda Nacional chegou e, supostamente, matou o mototaxista. Em seguida, outro mototaxista matou o guarda. Há de se ter uma mente bem perversa e suja para lançar tal versão, quando se comprova com testemunhas oculares, vídeos e fotos que tanto o mototaxista como o sargento foram mortos por tiros que partiram de um dos edifícios. E foi publicado com destaque em El Universal, na edição de 7 de março.

Um dos episódios marcantes dessas semanas foi a expulsão, por ingerência, de três diplomatas norte-americanos. O histórico de violação pelos Estados Unidos da soberania de países ao redor do mundo é notória e documentada. Baseia-se na doutrina datada de 1845 do Destino Manifesto, uma filosofia que expressa a crença de que o povo dos Estados Unidos foi eleito por Deus para comandar o mundo, sendo o expansionismo geopolítico norte-americano apenas uma expressão da vontade divina.

Para derrocar governos que não aderem a suas políticas imperialistas, os Estados Unidos executam, em vários países, um padrão que consiste em desmoralizar o adversário, distanciando-o da população; sugerir que o governo não pode governar de maneira eficaz; dividir a população; negar legitimidade ao governo; e, valendo-se dos meios de comunicação, da propaganda, de boicotes e sabotagens, gerar um levante que derrube o presidente em questão. Como os golpes de Estado com intervenção militar estão fora de moda, a Casa Branca, o Departamento de Estado e a CIA abraçaram a doutrina do “golpe brando”, exposta no ensaio intitulado Da Ditadura à Democracia, de autoria de Gene Sharp, da Instituição Albert Einstein, que descreve 198 métodos para derrocar governos mediante “golpes suaves” e expõe a estratégia dos cinco passos para sua execução.

A primeira etapa é promover ações não violentas para gerar um clima de mal-estar na sociedade, destacando-se entre elas, ainda que caluniosas, denúncias de corrupção, promoção de intrigas ou divulgação de falsos rumores. A segunda consiste em desenvolver intensas campanhas de “defesa da liberdade de imprensa e dos direitos humanos, acompanhadas de acusações de tirania e totalitarismo contra o governo no poder. A terceira centra-se na luta ativa por reivindicações políticas e sociais e na manipulação do coletivo para que empreenda manifestações e protestos violentos, ameaçando as instituições. A quarta etapa passa por executar operações de guerra psicológica e desestabilização do governo, criando um clima de “ingovernabilidade”. A quinta e última tem por objetivo forçar a renúncia do presidente, mediante revoltas de rua, para controlar as instituições, enquanto se mantém a pressão na rua. Paralelamente, prepara-se o terreno para uma intervenção militar, enquanto se desenvolve uma batalha interna (ou uma guerra civil) prolongada para conseguir o isolamento internacional do país.

Em novembro de 2013, o presidente Maduro, consciente do que se tramava, afirmou que setores da oposição, com financiamento dos Estados Unidos e respaldo da elite empresarial e dos meios de comunicação, com apoio logístico da CIA, planejavam um golpe brando, estratégia que se implementou ativamente na Venezuela.

Recordemos um pouco da história recente. Em outubro de 2012, Chávez, já bastante doente, não podendo percorrer o país na campanha, ganha de Capriles, que visitou estado por estado, por 11 pontos percentuais de diferença. Em 8 de dezembro, Chávez anuncia Maduro como o candidato da Revolução caso algo lhe ocorresse. Chega à fase terminal de sua doença deixando Maduro como presidente interino. A oposição, vislumbrando a morte de Chávez e a possibilidade de empalmar o poder numa primeira eleição sem sua presença, desata uma impiedosa campanha na base do “Maduro não é Chávez”. Maduro ganha as eleições de abril de 2013 por estreita margem. Capriles não reconhece o resultado, alega fraude e passa a considerá-lo um presidente ilegítimo.

A campanha de desqualificação de Maduro e de seus ministros, sempre apoiada pela grande mídia local e internacional, prossegue meses afora. Somam-se então uma guerra psicológica e uma intensa sabotagem econômica, com alta inescrupulosa de preços, desabastecimento, açambarcamento, visando ao caos e à desestabilização do governo. As eleições municipais marcadas para 8 de dezembro passam a ser consideradas pela oposição como um plebiscito.

Capriles percorre o país proclamando que se Maduro perder as eleições será o fim de seu governo. Contudo, Maduro ganha as eleições por margem de votos globais superior a 10%, com a conquista de 76% das prefeituras. Setores radicais da oposição se mostram inconformados. Se pela via constitucional não conseguem derrubar o presidente, que seja pela via insurrecional. Em 23 de janeiro, Leopoldo López e María Corina Machado chamam seus seguidores às ruas. Sob o lema “La Salida” pretendem derrocar o governo e, segundo um plano adrede e cuidadosamente preparado, soltam suas hordas fascistas.

Há uma campanha permanente para apresentar a Venezuela como um país no caos, governado por um tirano em plena ditadura, quando na verdade todas as liberdades estão garantidas e em pleno exercício. O que, sim, existe é um processo de reafirmação da nova independência, da construção de novos modelos econômicos e culturais, uma nova mentalidade que está se impondo. Chávez, ao longo de catorze anos, formou e educou uma forte consciência coletiva, política e ideológica. Mesmo diante de imensas dificuldades, o povo venezuelano é capaz de entender a situação, os interesses em jogo, e se mantém fiel no apoio à Revolução Bolivariana. Trata-se de uma revolução sui generis de caráter socialista. Seu êxito, segundo Washington, as oligarquias locais e internacionais e a direita em geral, consistiria num “mau exemplo” para as demais nações da região. E essa é a essência e o ponto fulcral de toda a problemática a deixar nítidas as posições dos lados em disputa.

Nicolás Maduro tem se mostrado um líder à altura dos acontecimentos. Firme, corajoso e também hábil. Vai à televisão, aos jornais, à Telesur, convoca atos públicos e no exercício da liberdade de expressão expõe com clareza e veemência seus pontos de vista sobre os mais variados temas. Não tarda nem vacila em fazê-lo toda vez que recebe injustas agressões ou que um acontecimento importante o obrigue a se manifestar. Mas também sabe o momento de conclamar à paz e à tranquilidade, atrair adversários, estabelecer diálogos e de conquistar o apoio da quase totalidade dos países da região em favor de sua luta.

Tudo leva a crer que uma vez mais, nesse tumultuado caminho percorrido pela Revolução Bolivariana nos últimos quinze anos, ela sai vitoriosa. Resta enfrentar e resolver problemas reais que angustiam a população e servem de caldo de cultura à reação: inflação, desabastecimento, segurança pública. E romper com a “maldição do petróleo”, levando o país a abandonar o tradicional rentismo, construir uma base industrial e garantir a segurança alimentar da população. Isso poderá exigir duras medidas no campo econômico e, por conseguinte, necessitará de um amplo leque de apoio, para além das forças chavistas.